LA NUEVA CIENCIA DE LA ACEPTOLOGÍA
GERARDO SCHMEDLING
01/07/2019
EL ARTE DE LA
ACEPTACIÓN
El ser humano sufre
porque así lo elige, cuando no acepta la realidad.
Practicas la aceptología cuando eres espiritual y
entiendes que todo en la vida tiene un sentido, incluso, lo que llamas absurdo.
Los sabios enseñan que a la Tierra se viene con un plan de vida, que incluye
pruebas para evolucionar. Si lo aceptas, estás en paz y todo
fluye. En un lento proceso evolutivo todo es perfecto. La aceptación
no es indolencia, es asumir sereno lo que no puedes cambiar.
·
Afirmación científica:
Una interpretación puede ser engañosa, más nunca puede serlo la realidad
de un resultado.
·
Afirmación filosófica:
No aceptar la realidad mantiene la mente esclavizada del sufrimiento.
Gerardo recomendaba no tomar nada de lo que
enseñaba como verdad, que su última intención era aumentar nuestro ya
hipertrofiado sistema de creencias, donde residen nuestra ignorancia y
absolutamente todas nuestras limitaciones. Así que nos recomendaba leer y leer
apuntes y manuales, y verificar en nuestra experiencia, con
nuestros resultados personales, lo que mientras tanto, por bueno
que sea, es sólo concepto.
Concepto verificado = verdad. Como al niño que se le dice: «No metas el
dedito al tomacorriente que te pasa electricidad», para él es un concepto.
Cuando de todos modos lo mete y siente el corrientazo, ahora tiene una verdad.
No se trata tampoco de no creer en nada que nos
llegue, pues esa actitud conduce a la cristalización,
definida como la situación de la persona que ya no cambia más, no
evoluciona más en esta experiencia de vida y la cual, a menos que siga
siendo útil como función para otros a su alrededor que sí están evolucionando,
está lista para separar archivos, para morirse.
La experiencia de vida del ser humano
tiene un propósito muy definido, sencillo: ser feliz y
aprender a amar. Las metas y los objetivos lo complican innecesariamente. Cada
quien lucha para acomodar la realidad de la vida, a sus propios ideales,
sin lograr reconocer cuál es la función de la realidad presente. La
mayoría de las personas suponemos que, logrando el cumplimiento de nuestros
anhelos e ideales y supliendo lo que llamamos nuestras necesidades, podremos
obtener la satisfacción, la felicidad y la paz en nuestras vidas. Pero la
verdad es que ello sólo sirve para después darnos cuenta que tan pronto
alcanzamos una meta, surgen inmediatamente nuevos retos y metas por
cumplir. Nuestro propósito inicial nunca llega a satisfacerse por este
medio porque aún no sabemos que nuestros ideales particulares son contrarios a
nuestros propósitos generales.
Todos los ideales de los hombres son válidos,
dignos de respeto y además, necesarios, para poder tener un referente que
permita reconocer el orden universal. Pero, una vez las
personas logran comprender como está organizado el universo los ideales se
convierten en:
1. Algo innecesario y
obsoleto.
2. Un obstáculo para
encontrar la paz interior y la plena satisfacción en la vida.
3. Una limitación para
el ascenso a los niveles superiores de la civilización humana.
Por esta razón, la Aceptología es una Nueva Ciencia
que, cuando estamos listos para comprenderla, permite cumplir el
propósito general que tienen todos los seres humanos: ENCONTRAR
PLENA SATISFACCIÓN EN SUS VIDAS.
Existen indicadores precisos,
resultados, para medir la satisfacción con la vida, para determinar si se está
manejando la vida con sabiduría o con ignorancia:
1. Paz, satisfacción
interna con el correspondiente respeto por lo externo.
2. Buenas Relaciones.
3. Disponibilidad de
todo lo necesario para la supervivencia. Hay que tener cuidado con que si no
tengo algo es porque no lo necesito. Mientras no valore y use muy bien lo que
tengo, no soy correspondiente con más de lo mismo.
4. Excelente salud. Todo
problema de salud es no aceptar que el conflicto no está en mi cuerpo sino en
mi mente.
Entonces, los resultados en mi vida es lo
único que me permite verificar que yo sé.
ACEPTOLOGÍA
La Aceptología como ciencia, es el
complemento de la Sabiduría, porque así como la Sabiduría
permite reconocer el Orden del Universo, la Aceptología permite seguirlo y,
entre las dos, hacen la maestría, siendo ésta la habilidad de vivir
de acuerdo con la Ley del Universo, de respetar la experiencia de
todo ser viviente y de no entrar en conflictos innecesarios con
ninguno de ellos.
1. ¿Qué es la
realidad? Únicamente el lugar presente, hechos, eventos, lo
que está pasando frente a mí, el entorno donde puedo actuar. Hay una realidad
externa y una realidad interna: la de mi mente.
2. ¿Es cambiable la
realidad? La externa no. La interna sí porque es mi
interpretación de los hechos. Sin sabiduría no puedo interpretar con verdad,
entonces sufro. Sufrir disminuye la energía vital, deprime y la depresión
inhibe la capacidad de actuar. Cuando aprendo a no interpretar desde el sistema
de creencias, ciertas realidades, dejo de ser correspondiente con ellas,
entonces cambio también mi realidad externa, como proceso a través del tiempo.
3. ¿Dónde puedes
reconocer la realidad? En todo lugar donde pueda estar presente
y consciente. En nuestro estado actual ese lugar está limitado, se reduce
únicamente a la tercera dimensión. Prácticamente a lo que aquí y ahora percibo
con mis sentidos. La mente, atención, funciona entre la cuarta y novena
dimensiones (o sea que por ahora, está fuera de mi realidad). Si logro estar
presente y consciente de la cuarta en adelante, son reales también, porque
actúo en ellas. Digamos, por ejemplo, cuando soy capaz de estar conciente en
sueños (por lo general en quinta, algo de cuarta).
4. ¿Cómo puedes
diferenciar la realidad de lo imaginario? Definida la realidad,
lo imaginario es todo lugar, evento, hecho, etc. en el cual no podemos actuar.
¡Francia es imaginaria! Para los franceses sí es real. Si estoy en la oficina,
la pareja en casa está imaginaria…
Todo lo que vemos en un momento como «malo«,
terminamos apreciándolo como muy bueno. Sólo es cuestión de tiempo.
Empezar a ser discípulo de amor es aceptar
y asumir toda circunstancia que se presente. Aceptar es no
rechazar nada de lo que llega, porque sólo sucede lo que necesitamos
para evolucionar. Sólo se da la voluntad del Padre Celestial, no la
nuestra. Si coinciden, bien…si no, acepto. Aceptar es preguntarse
siempre: «¿Qué tengo que aprender de esto?«, no: «¿Por
qué me pasa esto…?» Nadie vive ninguna situación que no sea
absolutamente necesaria para su evolución, ni el perfectísimo Plan
Universal de Amor permite que alguien viva algo que no sea capaz de soportar.
La peor agresión imaginable que alguien nos haga no tiene que tomarse
personalmente con respecto al agresor, porque él solamente, además de
estar cerca, está agrediéndonos porque tiene la suficiente cantidad de
ignorancia para cumplir esa desagradable función. Si no es él, es otro el que
la cumple, porque YO NECESITO PARA ALGO, QUE SÓLO YO PUEDO DETERMINAR, SER
AGREDIDO. Por otro lado, siempre, en todos los casos, todos hacemos lo
mejor que podemos desde nuestra ignorancia. Entonces ACEPTAR es
acoger la experiencia como necesaria y para mí.
ASUMIR es no culpar a
nadie por lo que me pasa, ni siquiera a mí mismo. Es natural que me sienta mal,
me desespere, me deprima, etc. Esta experiencia es mía, tengo que vivirla,
entonces eso me da, automáticamente, claridad mental, y sé qué hacer, o sea:
sólo después de aceptar y asumir es posible ACTUAR. Finalmente, es
importantísimo agradecer la experiencia a las personas con la
función que te ayudaron a aprender algo NECESARIO e
intransferible. El RENCOR, pues, no tiene ya cabida. No hay lugar para él.
Existe una secuencia para la liberación
del ser humano, en la cual se pueden distinguir claramente 5 estados:
1. Creer en el Orden
Universal. Aquí está la religión. Sin embargo, creer es parte de la
ignorancia.
2. Saber ciertas cosas
del Orden Universal. Aquí está la ciencia, como conocimiento de lo que funciona
y lo que no funciona.
3. Seguir el Orden
Universal. Aquí está la sabiduría como resultado de
unir 1 y 2, la religión y la ciencia que aún siendo tan insuficientes, permiten
medir y saber algunas cosas. Empiezan a manifestarse resultados en temas como la
salud y la prosperidad.
4. Respetar el Orden
Universal. Aquí está la Aceptología: si logro aceptar todo,
soy feliz, y como respeto, a nadie forzado pretendo llevarlo en este bus.
5. Adaptarse al Orden
Universal. Aquí está la maestría, como resultado de unir la sabiduría con la
Aceptología. Ahora soy feliz y puedo mostrarle a otro, como serlo.
La persona sin siquiera 1 y 2, es, naturalmente, un
topo lleno de miedo… Las creencias pues, son importantes… mas sólo en
una primera etapa. Luego, los resultados en mi vida son lo único
que me permite verificar si yo sé.
Midamos resultados, no supongamos, no
hagamos hipótesis, teorías innecesarias… Todo lo que conocemos
como «problemas», o sea que no aceptamos, al
llamarlos así y no lecciones necesarias para nuestro aprendizaje, los
podemos clasificar de sólo 4 tipos: económicos, de relaciones, de salud y
de UBICACIÓN, ojo con éste: no me gusta la casa donde vivo, no me gusta la
ciudad, no me gusta Colombia. Te aseguro que no te sirve el planeta Tierra…
TRASFORMAR LA REALIDAD
Ya estamos en condiciones de deducir
que si el ser humano…
1. aceptara dejar sus
intentos por acomodar la realidad a sus propios e individuales conceptos e
ideales (voluntad del hombre)…
2. aceptara que la
realidad presente cumple con un propósito específico (voluntad del Padre)…
3. aceptara que no es el
hombre quien modifica la realidad sino la Ley…
4. aceptara que esto
sucede únicamente cuando la realidad presente ya no cumple con las funciones de
enseñarnos la Ley DEL UNIVERSO… y
5. aceptara que esto
ocurre porque la persona ha llegado a un nivel de comprensión tal que ya nada
más tiene que aprender de la realidad presente…
Entonces y sólo entonces, se producirá
el fenómeno mágico de que la realidad pareciera transformarse totalmente. Sin embargo, lo
que realmente ha sucedido es que la persona se encuentra ahora, frente a una
nueva realidad correspondiente con su nuevo estado de comprensión, sin que por
ello, la realidad anterior haya desaparecido, ya que esta realidad sigue
existiendo para aquellos que no la han comprendido.
"Aceptar la realidad rompe el
hechizo del sufrimiento y libera la energía de la acción, la cual genera una
nueva realidad."
La realidad externa nunca cambia,
porque su existencia obedece a la correspondencia con el interior del individuo
que la vive. Sólo cuando éste cambia su interior, genera una nueva realidad
para él. Esto lo logra cuando comprende y acepta que lo externo es
el resultado de su experiencia interior, la cual puede decidir
cambiar por sí mismo. Aunque muchas personas aseguran haber cambiado la
realidad, lo que ha sucedido, realmente, es que desde su interior han
logrado generar una nueva realidad para ellos. Es algo similar a cuando un
preso es liberado. Al salir a la calle, su realidad se modifica, pero la cárcel
sigue existiendo para los demás presos que no han cumplido su pena. La realidad
del niño que se enfrenta con una complicada regla de tres compuesta, realidad
que es permanente para todos los niños que aún no han comprendido ese
ejercicio; sin embargo, para un matemático avanzado se trata de algo
inexistente como problema. Coexisten pues, realidades diferentes.
Cuando atravesamos una ciudad encontramos muchas realidades diferentes: la del
mendigo, la del enfermo, la del pobre, la del rico, la del desempleado, la del
opulento, la del miserable, etc. Todas esas realidades están presentes
simultáneamente, pero cada persona vive solamente aquella
realidad que corresponde con su experiencia interna.
Con estas reflexiones, queremos mostrar que la
realidad no es modificable. Lo que realmente sucede es algo totalmente
diferente: Cuando dejamos de luchar para cambiar la realidad tal cual
es, ya estamos listos… Listos para vivir una nueva realidad, porque la anterior
ya nada más puede enseñarnos y se produce lo que la ciencia llama un
fenómeno comprobado: Así como al mezclar hidrógeno y oxígeno, dos gases, se
produce agua, también es científicamente comprobable que hay una nueva
vida para quien logra aceptar totalmente su realidad presente, como algo que ya
no necesita más…
Lo que sucede podría compararse a cuando alguien
inadvertidamente echa un diamante a la basura… ¿Cuánto tarda en ser excluido de
un medio con el cual no es correspondiente? Y el tarro de la basura, el carro
recolector y el basurero municipal siguen ahí…
CLASES DE INDIVIDUOS
Frente a la realidad de la vida, sólo existen tres clases de individuos.
Primera Clase: Los que luchan frente
a la vida, sin éxito y por tanto con mucho sufrimiento, tratando de encontrar
satisfacción personal, a través de modificar la realidad presente, para
acomodarla a sus ideales. Son los más atrasados espiritualmente, por lo cual,
aún no pueden abandonar el sufrimiento.
Segunda Clase: Quienes traen como
misión cambiar el entorno natural, social, económico, político, científico,
religioso, etc. No es que tengan más éxito que los anteriores, sino que logran
cambios porque ese entorno ya no corresponde con las personas que allí viven.
Estos de segunda clase son de diferentes niveles de evolución, pero su acción
siempre corresponde con las necesidades de los individuos de primera y segunda
clase. Su costo personal es alto, luchan y sufren…
Tercera clase: Los que aceptan la
realidad presente, como una maravillosa oportunidad para trascender sus
limitaciones internas, por lo cual solamente se ocupan de modificar su propio
interior. Son los más adelantados espiritualmente. Ya pasaron por las
correspondencias bajas de los niveles de evolución de los de primera clase y
saben que les corresponde vivir en las realidades creadas por los de segunda
clase, cuyas labores no les corresponde hacer.
¿A CUÁL GRUPO
PERTENECES?
¿Sufres, luchas o estás en paz?
¿Cómo podré saber que ya he aceptado
totalmente la realidad que ya no quiero seguir viviendo?
Cuando renuncias definitivamente a
tratar de cambiar la realidad externa presente a menos que reconozcas que ésa
es tu misión.
¿Y cómo puedo saber que sí tengo la
misión de cambiar algo?
Porque sabes qué hacer y además tienes
las herramientas y los medios necesarios para hacerlo. Además porque verificas
que lo estás logrando.
NO ACEPTAR
¿Qué es lo que no estoy aceptando?
El propósito de la Aceptología es
liberarnos, definitivamente, del sufrimiento. Por esta razón, siempre
que te encuentres sufriendo, necesitas hacerte una sola pregunta: ¿Qué es lo
que no estoy aceptando? Ante esa pregunta, en tu mente aparecerá
automáticamente la respuesta y posiblemente te digas a ti mismo lo siguiente:
Si, esa respuesta es la causa de mi sufrimiento. De allí, para dejar de sufrir,
pueden surgir dos nuevas preguntas: ¿Pero cómo puedo yo aceptar eso? y ¿cómo
puedo yo aprender a aceptar eso?. Conociendo la ley que lo rige,
en ese momento te darás cuenta de algo maravilloso y es saber que la
aceptación sólo puede aplicarse cuando hay comprensión, porque la
aceptación no es fe ni está sustentada en una creencia sino en un resultado.
Comprendo que la limitación está en mi mente. Por lo tanto, si tienes
suficiente comprensión, ya estás listo para liberarte definitivamente del
sufrimiento, a través de la aceptación, pues de lo contrario seguirás
sufriendo.
¡LA ÚNICA CAUSA DEL SUFRIMIENTO ES LA INCAPACIDAD DE ACEPTAR LO QUE
SUCEDE!
Ahora, Veamos cómo RECONOCER algunas formas
que toma la no aceptación:
·
Reconozco que experimento: Rechazo a la Vida.
Esto es lo que no estoy aceptando: La oportunidad de aprendizaje
que ofrecen las dificultades.
·
Reconozco que experimento: Sobreprotección.
Esto es lo que no estoy aceptando: La experiencia de destino y
misión que cada persona trae.
·
Reconozco que experimento: Perfeccionismo.
Esto es lo que no estoy aceptando: Que existen diferentes formas de
organización y manejo.
·
Reconozco que experimento: Preocupación.
Esto es lo que no estoy aceptando: Que puedo perder algo que ya no
necesito.
·
Reconozco que experimento: Fanatismo.
Esto es lo que no estoy aceptando: Otras formas, caminos,
creencias, opciones diferentes a las mías.
·
Reconozco que experimento: Mal Genio.
Esto es lo que no estoy aceptando: Lo que otros hacen o dicen o lo
que está sucediendo.
·
Reconozco que experimento: Ganas de Condenar.
Esto es lo que no estoy aceptando: Comportamientos y actitudes
diferentes a los míos.
·
Reconozco que experimento: Rebeldía.
Esto es lo que no estoy aceptando: La necesidad de adaptarme al
medio que me correspondió.
·
Reconozco que experimento: Angustia.
Esto es lo que no estoy aceptando: Que perdiendo algo, puedo vivir
de otra manera.
·
Reconozco que experimento: Tristeza.
Esto es lo que no estoy aceptando: La experiencia y comportamientos
de otros.
·
Reconozco que experimento: Ganas de Criticar.
Esto es lo que no estoy aceptando: Las costumbres, ideas y
decisiones de los demás.
·
Reconozco que experimento: Rencor.
Esto es lo que no estoy aceptando: Que los demás no tienen la culpa
de mis propias experiencias.
·
Reconozco que experimento: Ganas de Juzgar.
Esto es lo que no estoy aceptando: Que cada quien hace lo
correspondiente con lo mejor que sabe.
·
Reconozco que experimento: Apegos.
Esto es lo que no estoy aceptando: Que nada ni nadie me pertenece y
que siempre tengo todo lo necesario.
·
Reconozco que experimento: Estrés.
Esto es lo que no estoy aceptando: Que las cosas pueden salir de
otra manera y sólo doy lo que puedo.
·
Reconozco que experimento: Miedo.
Esto es lo que no estoy aceptando: La posibilidad de perder lo que
tengo o de no lograr lo que quiero.
·
Reconozco que experimento: Celos.
Esto es lo que no estoy aceptando: Que no soy dueño de nadie y que
sólo el amor puede unirnos.
·
Reconozco que experimento: Culpa.
Esto es lo que no estoy aceptando: Que yo no tengo la culpa de las
experiencias de los demás.
·
Reconozco que experimento: Enfermedad.
Esto es lo que no estoy aceptando: Que el problema no está en mi
cuerpo sino en mi mente.
La no Aceptación lleva directamente a las personas
a tratar de desorganizar los diseños pedagógicos que han sido creados por los
Maestros, para que, a través de ellos, logremos el desarrollo de la CONSCIENCIA
PERMANENTE. Esto, la Ley no lo permite. Por esta razón, la necesidad de
aprender la aceptación, como parte fundamental de las Leyes del
Universo, nos enfrenta cada vez con situaciones más difíciles.
Estas situaciones son proporcionalmente intensas, de acuerdo con la terquedad,
desobediencia o rebeldía a La Leyes de la Vida. Por eso cuando
previamente logramos aceptar, en nuestra mente, las situaciones que nos parecen
más difíciles, éstas ya no suceden, puesto que la vida, con esa situación, ya
nada podrá enseñarle a esa persona, porque aquello que le enseñaría, ella ya lo
tiene comprendido.
ACEPTAR Y COMPRENDER
Si observamos con cuidado lo que acabamos de
explicar, nos daremos cuenta de algo maravilloso: Con lo único que
realmente necesitas enfrentarte, es con tu propia MENTE, con tu propio YO, con
tu propia IGNORANCIA. Esto significa que, las dificultades de
la vida se reducen exclusivamente al trabajo de transmutación de la ignorancia,
en la sabiduría que tú haces en tu mente. Si haces un buen trabajo y si
logras aceptar, previamente, todo aquello que te causaría sufrimiento, ya nada
podrá sucederte en la experiencia física, salvo la extinción de tu cuerpo
mortal, cuando ya no te sirva o no lo necesites más y esto no será motivo de
sufrimiento, sino más bien de alegría.
Sólo enfrentamos situaciones que no
hemos ni comprendido ni aceptado previamente.
¿Cómo sabes que ya comprendiste algo?
·
Porque lo puedes aceptar con felicidad y porque te sientes en paz.
·
Porque aquel que comprende, acepta y obedece la voluntad del padre.
·
Porque se libera definitivamente de todo sufrimiento porque ya nada más
tiene que aprender del sufrimiento.
¿Cómo sabes que ya aceptaste algo?
·
Porque ya no te sucede o desaparece de tu vida.